La biblioteca especializada que supera las 600 obras en castellano, inglés y alemán, pertenece a la Escuela del Tango, que se desarrolla bajo la dirección de Claudia Bozzo.
La Escuela del Tango cuenta con una biblioteca especializada que busca colmar las dudas que puedan surgir sobre el tango tanto como acompañar cualquier estudio más profundo que estas dudas puedan provocar. La visión de la Escuela es poder desarrollar diferentes aspectos del tango, no solo su baile, a partir de diferentes enfoques. Partiendo de esta divisa se ha logrado una colección de estudios tanto musicales, cómo literarios, sociológicos e históricos relacionados a esta sustanciosa manifestación cultural.
Los orígenes oscuros del tango
El tango se inscribe en la capital de Buenos Aires que a su vez retrata. Nace, algunos dicen en las orillas, otros defienden que todo ocurrió en Montserrat, y Borges por ejemplo, sostiene que fue en Palermo; ni hablar de meternos en ese dificultoso debate acerca de qué sucedió en Finlandia. Desconocemos hoy mucho sobre los orígenes del tango porque a principios del siglo XX Buenos Aires miraba hacia Europa. Se puede estipular que más que desinterés por el fenómeno se trató de una incapacidad de la sociedad argentina de mirar hacia adentro.
Influencias y el lugar de la milonga en esta historia
De lo poco que sabemos podemos destacar las influencias en el tango de la habanera, el tango andaluz, los ritmos negros, la payada y la milonga. Al referirnos a la milonga habría que discernir entre la milonga primitiva o campera y la milonga urbana o ciudadana, que comparte coreografía con el tango. La milonga primera, la campera, fue sucesora de la payada gauchesca y ambas, la payada y la milonga crecieron en la pampa, en el ambiente rural. En sus comienzos, la milonga campera fue acompañada por la guitarra, en muchos casos cantada, luego la milonga evolucionó hacia el organillo al cual las parejas bailaban en sus principios sin abrazo, y de modo más bien “candombeado.” El abrazo aparece en la milonga a fines de 1880. Lo que la milonga tiene de fundamentalmente diferente al tango es su ritmo, su alegría y su matiz campestre. Hacía 1906 se ve absorbida por el tango como subgénero.
El tango en las artes plásticas y la literatura
El mito del tango, y sus orígenes infames influenciaron a la literatura y a las artes plásticas. Podemos referirnos, en lo que respecta la pintura, a la obra de Germinal Lubrano, Sigfredo Pastor o al surrealismo tanguero de Juan Carlos Liberti. En lo que concierne a la literatura, el tango fue rechazado por el realismo del siglo XX, pero acogido por la vanguardia. En Adán Buenos Aires por ejemplo, Leopoldo Marechal nos presenta a un grupo de compadritos con inquietudes metafísicas y amorosas que en una escena se encuentran con un “bailecito de patio”. Hasta el mismo Gálvez recoge la temática del tango en sus novelas “Nacha Regules,” y “Hombres en soledad.” Bajo la pluma de Evaristo Carriego, el mito tanguero inaugura sus muy apreciadas apariciones en el género poético, ganando vuelo en los versos de Fernán Silva Valdés, Portogalo, Cadícamo, entre muchos otros.
La evolución del tango y su valor cultural
Lo apasionante de la historia del tango no se limita al misticismo que rodea sus orígenes, a esa niebla que la recubre y la vuelve poesía, sino también su evolución y sus implicancias. Las transformaciones del tango son comparables a un cadáver exquisito en el sentido que su elaboración final paso por muchos y diferentes actores. Atravesó los burdeles, los conventillos, y la aristocracia y en cada etapa de su camino adoptó diferentes elementos hasta convertirse en el tango de hoy. Sin embargo, lo que hace que el tango sea considerado del pueblo no es simplemente que lo haya atravesado. Si entendemos “pueblo” en su acepción de percentil demográfico más humilde, en este caso las orillas, el tango es del pueblo porque se elevo desde la miseria para mostrárselaal resto de la población. Dado a su trayectoria y valor cultural, en el 2009 la UNESCO lo reconoció como patrimonio de la humanidad. No dudés en acercarte a la biblioteca para seguir investigando.
Fuentes: De Lara, Tomás. El tema del Tango en la Literatura Argentina. Ediciones Culturales Argentinas: Buenos Aires, 2nda edición, 1968.